La ciencia consiste en conseguir introducir un teléfono móvil en cualquier objeto. El misterio, así de pronto, parece estar en meter una cámara de fotos en un teléfono móvil. Pero dándole un voltio...¿quién se mete en quién? La cámara es la que incluye el teléfono. ¡Cualquier cosa puede incluir un teléfono móvil! Yo me pido un calcetín con teléfono incorporado (a estas alturas, el mecanismo debe ser como un hilillo de cobre hecho tarjeta) ¡Qué guachi! ¡un calcetín sudado en la oreja! ahi cuando te abrase la bureja y te sude la mano...mullido y suave. Me lo pido negro con calaveras rosas fucsia, y que los huesos acaben en corazones. Cuántas cosas pasan y se olvida que hace dos días ni te imaginabas. Conviene fliparse de cuando en cuando y dedicarle una reflexiva ovación.
El día que pase, nos parecerá normal, pero está más cerca de lo imaginado. Y eso, a día de hoy le hace totalmente impensable, pero...veremos. Presiento un estallido. Va uno que tiene mil pisos comprados durante el boom de la construcción. Visto que no va a dar el pelotazo, planta una módica hipoteca al jovenzuelo que lucha contra "no vas a tener una casa en tu puta vida". Percibe un sueldo cuasi-vitalicio, y ala, pa ti, que yo ya tengo mi casa, tú lo pagas, tú la llevas. Te la quedas, your home. Ya estaaaaaa.
Lo que no sé es qué saldrá antes al kiosco, si el calcetín teléfono o la casa pipas.
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