Cosas ricas

Hay cosas muy ricas que no se ven muy a menudo. Las venden en pocos sitios, y son caras. No tremendamente caras. De hecho, no son caras, si las comparas con las copas que te puedes beber por ahi, que te duran máximo 30 minutos y has pagado 9 €. Estos crispichoko son muy ricos. Realmente ricos. De venta en gasolineras y el Corte Inglés. Están tannn ricos, cuestan unos 3 €, algo menos. Pero ¿a que parece caro? Ay qué rico!
También está el fuet. Que está muy rico. Podrías comerlo a mordiscos, de hecho es como más rico sabe. Pero claro, para no sentirte un ansias, lo partes en lonchitas. Métele unos jaliscos, no pasa nada. Disfruta del fuet.

Pero luego están las cosas baratas que salen caras. Muy caras. Y el number guan de este tipo de cosas son los zapatines de 11,99 € de Blanco. Jésus. Qué terribles. Muy monos, muy combinables, de muchos colores. Pero son una cruz. Un horror. Acabas cayendo. Pero es una cruz caminar sobre esta planitud, qué dolor de cuerpo.

Y luego hay cosas que son pelín más caras, pero realmente diferentes, y mucho más ricas. Va en gustos. Aquí si que va en gustos, esto es así.

La voll Damm, está muy rica. No sé si es el sabor o el recuerdo. Voll Damm de barril, en Valdepiélago. Con su tapina de cecina. Un trago y todo cambiaba de temperatura. Los sofocos de ser jefe de campamento sin serlo. Rumbo al bareto, trago y .xsssssss Frescor. Again, ¡Viva León!