07 septiembre 2007

el niño tenía una muñeca....



...bueno, no quiere ser una mal pensada, y mucho menos paranoica pero las muestras de que ese niño rondaba por ahi eran diarias. Nocturnas sus señales, pues deduje, esos primeros días, que algo necesitaba por la angustia de sus llantos. Mañaneras eran las alarmas. Cada despertar, cada despedida de los peregrinos, iba acompañada de un comentario, una mueca buscando una confirmación de que aquellos llantos no habían sido ensoñaciones. No todos los peregrinos se atrevían a insinuar; la mayoría preferían quedarse con la duda, con el temor, con el alivio de que la noche siguiente dormirían en otro refugio, en un polideportivo quizás, dejando atrás esa noche en el convento de Villafranca. Para ninguno desagradable pero sí conmovedora. Nosotras dos, seguiamos cada mañana, solas, esperando compañía. aunque con los días, supimos disfrutar de la presencia de aquel niño. Una noche quería jugar. El silencio volvía a llenar los pasillos, y el patio, ese patio. A quien tuve la oportunidad pregunté, y sin duda, el mismo recuerdo: el patio era igual que "El espinazo del Diablo". Sólo pudimos oir cómo cantaba, pero no cantaba alegre: "tengo una muuuuñeca ve stida de a zul....". Asun y yo, desde el saco, nos miramos, sin decir nada. Dimos media vuelta y a dormir.
La tarde siguiente, dos niños, acompañados por su padre llegaron en bicicleta. La respiración se me cortaba, tenía frío....¿por qué uno de los niños cantaba "tengo una muñeca vestida de azullll"?

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