04 marzo 2011

Los Marianicos

Algún día hablaremos de las camisetas, donde la reina siempre es la "camiseta de de-por-dentro". Prenda a la misma altura de los marianicos, esa gran prenda que, a primer impacto, rechazas con toda tu hombría. Porque son ellos, los hombres, los capaces de cruzar el polo en vaqueros y no reconocer estar pasando frío. Pero tú, si tú chico del Norte. ¿A qué molan los marianicos?¿Qué no? Tu lo sabes, porque son el remedio perfecto para no pasar frío. Eso es así.

 Los marianicos, el equivalente a los legguins modernos para que te hagas a la idea, están tomando posiciones entre los miembros más viriles de la especie. Trabajos a la intemperie han pasado a ser menos terribles gracias a los marianicos. Los viajes de largos paseos por Europa del Este, se transforman en calurosas visitas. Las chicas ya tienen leotardos, medias y pantaloncinis de-de-por-dentro. Chico, ¡ponte unos marianicos!
Todo hombre, una vez haya probado los MARIANICOS, no volverá a ser el mismo. Eso sí, no pretendas que sea un tema así recurrente, los marianicos, como el relleno del sujetador, es algo que se lleva muy dentro. Es un tema muy de intimar. 
Si conoces algún hombre en situación de frío inconfesado, introducele en el mundo del marianico. Esta prenda cada día toma más terreno y, los tejidos calzoncillosos de color azul con bolingas de color bolinga, han pasado al armario con el antipolillas. H&M tiene entre sus gallumbos unos marianicos tope de fashion. 
Cada día son más.
Ande yo caliente, ríase la gente.
Si, ¡yo también llevo Marianicos!
Otro día hablaremos de la camiseta de de-por-dentro.

Un buen mandil. 
De los que da una vuelta. 
A prueba de las cocinas más pequeñas, recetas sacadoras de apuros y grandes festines.
Camiseta, de estar a gusto. De estar por casa.
Cada día son más.
Ande yo caliente, ríase la gente.
Si, ¡yo también llevo Marianicos!
Otro día hablaremos de la camiseta de de-por-dentro.

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