29 enero 2007

bla bla


Mesa de trabajo, 6 afanados escritores. La chica de las prácticas busca su sitio.
Empieza por buscar el ratón de su ordenador. Con tan mala suerte que para conseguirlo tendrá que sumergirse en las profundades de debajo de la mesa. A cuatro patas, tal cual.

Así, en tal posición, tratando de atinar con el cable en la cpu, adopta la posición de becaria de libro, ¡qué horror!y urga en los cables de la cpu deseando que eso acabe y enchufar, o que la enchufen de una puta vez.
Una vez conectado, sale a la luz medianamente triunfal y empieza a rular.

Como jode cuando bajando apresurado las escaleras del metro, te cruzas con el primer pasajero, subiendo, del tren que acaba de llegar, el que no puedes dejar escapar.
Y él te mira, sabe que no vas a llegar, de hecho se escucha el pipipi de fondo, esa mirada de compasión, entrañable pero que te pellizca los cojones, y no es culpa suya.
No llegas ni de coña. puedes elegir la ristra de bancos libres a un lado y a otro que, tan fríos ellos, se ofrecen para no hacerte tan vertical la espera. y con tus huevazos te quedas de pie. Total, no te importa estar un ratito allí, disfrutando de la vía vacía sin zumbidos.

2 comentarios:

Micky dijo...

Una sensación parecida es la que tengo yo con los autobuses (en Sevilla aun no hay metro, lo habrá algún día?? ¬¬). Por no hablar de cuando llegas por los pelos a la puerta del autobús en un día de lluvia y el conductor te cierra las puertas en las narices (de verdad os digo que a veces parece que los hijos de puta disfrutan haciéndolo).

Unknown dijo...

Holas!

Acabo de darme cuenta de que me visitasteis hace meses, y yo sin pasar a saludar.

Pues nada, eso, un provincianísimo saludo desde Zaragoza. Volvere!