Y no en el coche de camino a Cádiz.
O en las mismísimas playas de Cádiz y su costa.
Ni en el radiocassete de mi hermana mientras se duchaba para irse y volver no sabemos cuándo.
No, en una sala inhóspita de la capi.
Que es lo bueno de vivir en la capi, que los conciertos vienen a ti y no tienes que ir tu a los conciertos.
2 comentarios:
Allí estaremos bailando "al compás de la llaga dolorida"
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