Yo no me compro ropa blanca porque tendría que lavarla separada para que no terminase siendo color rosa braga desteñida.
Y por eso nunca tengo suficiente ropa blanca.
Tampoco compro ropa que haya que planchar.
Es un incordio.
Y tampoco compro prendas muy delicadas.
Que no es que no me guste la ropa blanca, ni la finolis bien planchada, ni que me apasionen las bolas.
Pero hija, los provincianos tendemos a lo práctico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario