Cada uno se pone el nombre que le da la gana.
¿O es que de pequeño no imaginaste como llamarías a tu perro si lo tuvieses?
Luego de mayor, si tuvieses un bar.
Yo nunca lo tuve del todo claro.
Yo nunca lo tuve del todo claro.
El día que tenga un hijo no me imagino como será el momento de decidir ponerle nombre; igual le pongo una ristra de ellos, por si no me convence uno, pasar al siguiente.
Y así seguimos en verano, llegando al final, porque pasadas las fiestas de Valladolid, pasado el verano. Y empieza el año. Y los lamentos, para algunos, como en esta canción, que parece que se va a poner a llorar el pobrecico.
Con estas canciones de after, de altas horas, de bailes.
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