Unos días antes de que fuesen 3 nos veíamos en una taberna irlandesa, en un concierto de unos chicos muy simpáticos.
Ellos entendían algo de las letras, nosotros no, pero bebíamos cerveza. estábamos en un irlandés.
Y la música nos sonaba muy bien.
Habrá que ir a conocer Irlanda, pero ¡cuánto mundo por conocer nos queda!
Y fíjate, ahora ya hay un niño más en el mundo.
Queri Mazinger, qué majo eres, qué felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario