Tu verás, pero yo NO BAILO LA CONGA
No, ni hablar, ni de coña, nanai de la china. Ja, y un jamón, nacindeplastis, tu puta madre.
STOP a la CONGA.
No trenecitos, no CONGAS.
Aun a riesgo de parecer la rara-desintegrada-aburrida-chafa-congas, YO NO BAILO LA CONGA.
Lo siento.
Las bodas, cuánto dan para hablar, para hacer, para gastar...
El año pasado estuve en una boda requete exótica, la boda de hoy no se queda corta.
Una boda, con su despedida, el modelito que me pondré, con quién me sentarán y en qué estado acabaré, se plantea como algo inevitable, muy de boda todo. A nadie le resulta indiferente.
Al final todo el mundo debería casarse, para celebrar una fiesta con amigos. Pero vale ya de congas.
Os recomiendo leer a este "buen vividor" que, en el fondo, también se ha imaginado su boda, hasta el paseito de su chavala....
Una boda da para mucho.
2 comentarios:
¡Bravo por el cambio de formato! El fondo negro desanima a leer, este mil veces mejor.
Me fascinan las bodas.
Muchas gracias! Mucha más luz, verdad??
Publicar un comentario